
En días pasados en el municipio de Encarnación de Díaz, Jalisco, se llevó a cabo un acto de absurda censura por parte del obispo de la Diósesis de Aguacalientes; José María de la Torre Martín; el cual consideró el mural del artista plático Francisco Pérez como "unas pinturas obsenas y sacrílegas, que no honran a un pueblo creyente que se precian de sus valores familiares", "si el pintor tiene ganas de pintar sus cosas, que las pinte en la sala de su casa a ver quién se las compra".
Esta obra llamada La Evolución del Factor Femenino, ubicada en el auditorio, constaba de murales, que mostraban desnudos y una reintrepretación del fresco de Miguel Angel "la creación de Adán", en este caso representada por una deidad femenina, recordando que las religiones primitivas se veneraba a la mujer como Creadora de vida.
Por lo que la obra de arte fue cubierta de fría pintura blanca para dar muestra de intolerancia y del insano estado mental del obispo, ya que si es capaz de considerar el arte como obseno, no queda duda de que el de la mente retorcida es el, ya que carece de la capacidad de Sublimación que es lo que hace del Arte aceptado, sano, bello, y que halla sobrevivido a la par de la humanidad para darnos alternativas de vida y nos diga con sus manifestaciónes que aún tenemos posibilidad de salvarnos.
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